Navas de Estena reúne información muy cualificada para la interpretación de su pasado marino. Los diferentes yacimientos próximos al núcleo urbano contienen información y testigos (fósiles) que van desde el Cámbrico (600 millones de años), el Ordovícico-Silúrico (500-400 millones de años), y la llamada formación de rañas de edades más recientes. El conocimiento del registro contenido en esta zona constituye una pieza clave en el entendimiento del gran puzzle ibérico desde el punto de vista de su reconstrucción paleobiogeográfica y geológica.